Llevo tomando mermelada desde la Navidad y… lo que me queda. De melocotón, fresa, ciruela, café, naranja con chocolate, tomate (ésta es la que más me gusta), etc., etc.
Y
como yo, unas cuantas y cuantos más. Porque Teresa, del Grupo Vive Jesús, de la Parroquia de San José
de Albacete, las está vendiendo para ayudar a los monjes cistercienses de Santa
María de Huerta (Soria).
Teresa
y algunos más del grupo, al que yo pertenezco también, vinieron muy
impresionados de ver la pobreza y la austeridad en la que viven estos monjes,
cuando fueron al retiro de Adviento que hicieron allí, en el Monasterio de
Santa María de Huerta.
Mientras
vende la mermelada, Teresa dice y repite una y otra vez, que con esta
venta dicha comunidad cisterciense no va
a salir de su pobreza, que no es esa la finalidad de todo esto, y además,
siendo estos monjes muy pobres, reparten su comida con personas que están en la
pobreza, que acuden allí al Monasterio.
Se
trata de contribuir a la mínima manutención que se precisa en el Monasterio, al
que van cada año para hacer ejercicios espirituales, numerosas personas
procedentes de todo el país, y donde los monjes, entre la vida de oración y las
tareas que realizan, elaboran una mermelada riquísima con los frutos que
produce su huerta.
Teresa
volvió a Albacete con el deseo de ayudarles en esto de la mermelada, cuya venta
se ha visto perjudicada por la crisis económica, como todo en estos tiempos.
Lleva organizado unos dos viajes de una furgoneta de
Albacete-Soria-Albacete, con tarros de mermelada. “Al menos, que puedan
cubrirse en el monasterio los gastos del envase”, nos dice.
Y
aquí estamos, comiendo mermelada y más mermelada. En pan, a cucharadas que
tampoco está mal, en las tostadas con mantequilla, como condimento también en pequeña cantidad para alguna comida… en la imagen están algunos de los
tarros que yo he comprado.
Y
con mucho gusto cumplimos con el empeño de esta mujer que tanto bien nos está
haciendo: porque sí, porque la queremos, y por contribuir a esta buena
causa, -además de buena, buenísima,
porque de verdad que está exquisita esta delicia de frutas y azúcar-.
Invito
a probarla y a ver el vídeo de elaboración de la mermelada en el Monasterio de
Santa María de Huerta, que adjunto en este artículo. También a ver la variedad
que se produce, en www.monasteriohuerta.org
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