Los Talleres tuvieron una rápida expansión en América Latina y España desde que empezaron a impartirse, en 1984. En los dos primeros años se hicieron en más de 15 países. Es un servicio eclesial ofrecido por laicos, que enseña a orar, es decir, a tener una comunicación íntima y personal con Dios. Su lema es: Aprender a orar para aprender a vivir.
Artículo completo en Revista Cooperador Paulino, Ediciones San Pablo.
La
acción del Espíritu Santo en la vida y obra del padre Ignacio Larrañaga ha
forjado un carisma: Los Talleres de Oración y Vida (TOV), un don de Dios para la
nueva evangelización de la Iglesia en el mundo, porque están siendo una
respuesta para el hombre de hoy: por medio de ellos, son cientos de miles de
personas las que están recuperando el sentido de la vida y la alegría de vivir,
así como su vocación cristiana y apostólica. Descubren la Biblia como fuente de
riqueza y vida, e innumerables hogares recobran la concordia y la paz.
Es
un servicio humilde, eclesial y provisional –de unos cuatro meses de duración
como máximo, según el tipo de taller si es para adultos, niños o jóvenes, e
impartido en sesiones semanales-, donde se aprende a orar siguiendo la
metodología experimental propia de un taller. Los talleristas (alumnos del
taller), mediante la práctica de diversas modalidades de oración y la
meditación de la Palabra, van introduciéndose progresivamente en la relación personal con Dios, así como en la oración litúrgica y en la vida sacramental y cristiana.
Los
TOV favorecen también la vitalización eclesial, pues uno de los efectos del
taller en las personas que los hacen, es el compromiso más activo y decidido en
la actividad de las parroquias y en la acción social y caritativa de la Iglesia.
Este
servicio está en unos 40 países –tiene fuerte presencia en América del Sur y
Centroamérica, desde donde se ha extendido a otros continentes; también está en
Canadá, Estados Unidos, en África en Costa de Marfil y Camerún; en Asia, en
Filipinas y Japón; en Europa en España, Francia, Italia, Reino Unido, Eslovenia,
Albania, Suiza, etc, etc.-y es realizado por cerca de 18.000 personas llamadas
Guías, que son laicos integrados en la tarea evangelizadora de la Iglesia y que
han sentido la vocación a hacer este apostolado, formados en el método de
Ignacio Larrañaga y viviendo el carisma
de los TOV.
Los
Guías no sólo imparten los Talleres en las parroquias y comunidades religiosas,
pues siguiendo el mandato de Jesucristo: “Id al mundo entero y proclamad el
Evangelio a toda la creación”, van también a asociaciones diversas: deportivas,
culturales, de padres y madres de colegios, hospitales y clínicas,
organizaciones públicas y privadas, casas, etc., , dirigiéndose a todas las
personas, especialmente a los más pobres y abandonados, a quienes se sienten
solos y vacíos, angustiados por la falta de sentido de su vida, de sobrevivir
penosamente mediante una existencia considerada como una carga, a personas
malheridas, maltratadas, empobrecidas, humilladas, desgraciadas por cualquier
circunstancia.
¿Qué haría
Jesús en mi lugar?
Jesucristo es, en los Talleres,
el principio, el centro y la meta para pensar, sentir, actuar y amar como Él,
mediante la constante pregunta en el corazón: “¿Qué haría Jesús en mi lugar?”,
que lleva a caminar en todo momento a la luz de su figura y a ser personas
orantes y de fe, con el ejercicio también de la sagrada media hora, --dedicación
de media hora como mínimo al día, de encuentro personal y vida íntima con el
Padre Dios-.
Los
TOV enseñan a conocer al Dios vivo y verdadero en la experiencia de la oración,
a quienes tienen sed de Él, -bien porque no se han acercado a Él lo suficiente,
no lo conocen o no se lo han dado a conocer-, propiciando el encuentro personal
y la relación con Él.
Así
lo explica el padre Ignacio Larrañaga: “Una cosa es la palabra Dios y otra cosa
es Dios mismo; una cosa es la palabra amor y otra es el amor. Dios no es un
conjunto de palabras enhebradas con una lógica interna. Dios es una persona y a
una persona se la “conoce” tratándola, es un conocimiento experimental y personal
que supera todo conocimiento”. Y esta experiencia se adquiere en la oración.
“Aprender
a orar para aprender a vivir”; “La oración transforma las vidas”; “Del encanto
de Dios al encanto de la vida”, son algunas de las expresiones que definen los
efectos de los TOV. Su sitio en internet es www.tovpil.org., donde se
informa también de otros servicios TOV, como cursos matrimoniales, bíblicos,
charlas y jornadas de Evangelización y el Encuentro de Experiencia de Dios.
En
definitiva, los Talleres de Oración y Vida han quedado consolidados como un
medio para llevar la alegría y la liberación de Dios; para la reconciliación
personal con la propia historia de cada uno y con Dios. Miles de testimonios
hablan de su eficacia, cientos de los cuales fueron presentados cuando los TOV
fueron reconocidos y aprobados por la Santa Sede en 1997 y confirmados, según
Decreto de Aprobación dado por el Consejo Pontificio para los Laicos el 4 de
octubre de 2002, como Asociación Privada Internacional de Fieles de Derecho
Pontificio, con personalidad jurídica.
El hombre de
las puertas abiertas
Ignacio
Larrañaga Orbegozo, sacerdote de origen español de la Orden de Frailes Menores
Capuchinos, se refería a sí mismo como el hombre de las puertas abiertas,
porque su vida ha sido ponerse siempre en manos de Dios, en abandono y
confianza para lo que Él quisiera. A su paso por numerosos países, fue
comprobando cada vez con mayor claridad la necesidad de enseñar a orar al
pueblo de Dios, porque “con frecuencia la gente queda hambrienta del Dios
vivo”, y deseaba ayudar para solucionar esa carencia.
Nació el 4 de mayo de 1928 en
la ciudad de Azpeitia, y falleció el 28 de octubre de 2013 en México, con 84
años. Fue ordenado sacerdote en Pamplona, y enviado a Chile, en 1959,
emprendiendo una obra pastoral inmensa. En 1965 fundó el Centro de Estudios
Franciscanos y Pastorales para América Latina (CEFEPAL), y con sus hermanos
franciscanos, se vio fuertemente impulsado a comunicar a los laicos la
experiencia del Concilio Vaticano II.
En
un comienzo, quiso dar charlas de Fraternidad, pero se dio cuenta que era
“inútil” hablar de fraternidad si no se está con Dios y constató que había que
empezar por llenar el corazón de Dios. Fue otra puerta que se abrió ante él,
por la que entró cumpliendo la voluntad de Dios, y en 1974 en Brasil, inició un
método de evangelización llamado Encuentro de Experiencia de Dios, de seis días
de duración, en los que participaban decenas de miles de personas.
Delegó
después a matrimonios esta tarea evangelizadora, que ha sido realizada en más
de 30 países y continúa haciéndose. De hecho, precisamente en estos días en
España, del 30 al 31 de agosto y del 1 al 4 de septiembre de 2015, se celebra
uno de estos Encuentro de Experiencia de Dios en la Casa de Espiritualidad
“Santa María”, en Galapagar (Madrid).
De
estos Encuentros, surgieron los Talleres de Oración y Vida, en 1984. Una persona
se acercó al padre Ignacio y le dijo: Padre: ¿Por qué no armamos algo para
llevar esto a la gente que no tiene posibilidad de asistir a los Encuentros y
quiere orar? Y de ahí esto encendió de tal forma que verdaderamente se podía
reconocer como un “nuevo Pentecostés”: una respuesta para las necesidades del
hombre de hoy que busca a Dios.
Los
Talleres de Oración y Vida son la obra más importante del padre Ignacio
Larrañaga, que escribió para el eficaz funcionamiento de los mismos dos libros
fundamentales: el ‘Manual del Guía TOV’ y ‘Estilo y Vida de los Guías’, y grabó
siete casetes con la misma finalidad. Los Talleres tuvieron una rápida
expansión en América Latina y España, y en los dos primeros años se impartieron
en más de 15 países.
El
padre Ignacio Larrañaga es autor de 16 libros que han alcanzado numerosas
ediciones y han sido traducidos a diez idiomas: “Muéstrame tu Rostro”, “El
silencio de María”, “Sube conmigo”, “Del sufrimiento a la paz”, “El hermano de
Asís”, “El pobre de Nazaret”, “Encuentro”, “Transfiguración”, “Salmos para la
vida”, “Itinerario hacia Dios”, “El sentido de la vida”, “El matrimonio feliz”,
“La rosa y el fuego”, “El arte de ser feliz”, “Las fuerzas de la decadencia”,
“Dios Adentro”.
Está
considerado como uno de los autores de mayor difusión de literatura religiosa y
de autoayuda.
Ignacio Larrañaga: Un profeta de nuestro tiempo
Purificación
Tascón Díez es una de las coordinadoras nacionales de TOV en España, donde hay unos
350 Guías. En Pentecostés se celebra el Día anual del Guía, que este año ha
tenido la novedad del estreno de la película sobre la vida y obra del padre
Ignacio Larrañaga, titulada “Un profeta de nuestro tiempo”.
“El
Señor ha estado grande con nosotros, estamos alegres. Pensamos que es un
servicio que le es agradable, que está contento con nosotros. La asistencia del
Espíritu Santo es muy fuerte y nos estamos dando cuenta que padre Ignacio nos
está protegiendo”, afirma Purificación, que asegura que “es una espiritualidad
que te cambia la vida. Haces una evangelización a la gente y ves que aquellos
problemas que tenían las personas se van superando”.
“Para
un Guía –añade-, lo más importante es vivir tu vida desde Dios, desde esa
presencia amorosa y envolvente que te deja enamorado. La vida cambia
totalmente. Sí, hay dificultades, pero valen la pena Dios y sus cosas, y
trabajar por su reino siguiendo a Jesucristo, que es la imagen perfecta del
Padre, nuestra referencia de verdad”.
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