lunes, 14 de enero de 2013

Las exquisitas mermeladas del Monasterio de Santa María de Huerta (Soria), en Albacete


Llevo tomando mermelada desde la Navidad y… lo que me queda. De melocotón, fresa, ciruela, café, naranja con chocolate, tomate (ésta es la que más me gusta), etc., etc.
Y como yo, unas cuantas y cuantos más. Porque Teresa, del Grupo Vive Jesús, de la Parroquia de San José de Albacete, las está vendiendo para ayudar a los monjes cistercienses de Santa María de Huerta (Soria).



Teresa y algunos más del grupo, al que yo pertenezco también, vinieron muy impresionados de ver la pobreza y la austeridad en la que viven estos monjes, cuando fueron al retiro de Adviento que hicieron allí, en el Monasterio de Santa María de Huerta.
Mientras vende la mermelada, Teresa dice y repite una y otra vez, que con esta venta  dicha comunidad cisterciense no va a salir de su pobreza, que no es esa la finalidad de todo esto, y además, siendo estos monjes muy pobres, reparten su comida con personas que están en la pobreza, que acuden allí al Monasterio.
Se trata de contribuir a la mínima manutención que se precisa en el Monasterio, al que van cada año para hacer ejercicios espirituales, numerosas personas procedentes de todo el país, y donde los monjes, entre la vida de oración y las tareas que realizan, elaboran una mermelada riquísima con los frutos que produce su huerta.


Teresa volvió a Albacete con el deseo de ayudarles en esto de la mermelada, cuya venta se ha visto perjudicada por la crisis económica, como todo en estos tiempos. Lleva organizado unos dos viajes de una furgoneta de Albacete-Soria-Albacete, con tarros de mermelada. “Al menos, que puedan cubrirse en el monasterio los gastos del envase”, nos dice.
Y aquí estamos, comiendo mermelada y más mermelada. En pan, a cucharadas que tampoco está mal, en las tostadas con mantequilla, como condimento también en pequeña cantidad para alguna comida… en la imagen están algunos de los tarros que yo he comprado.
Y con mucho gusto cumplimos con el empeño de esta mujer que tanto bien nos está haciendo: porque sí, porque la queremos, y por contribuir a esta buena causa,  -además de buena, buenísima, porque de verdad que está exquisita esta delicia de frutas y azúcar-.

Invito a probarla y a ver el vídeo de elaboración de la mermelada en el Monasterio de Santa María de Huerta, que adjunto en este artículo. También a ver la variedad que se produce, en www.monasteriohuerta.org

No hay comentarios: