viernes, 4 de septiembre de 2015

Zurek, la sopa de una peregrinación a Polonia guiada por la Divina Misericordia: el amor fiel que sale a nuestro encuentro para que confiemos en Él

Jesús Misericordioso (Apostolado de la Divina Misericordia de Albacete. España)
Guiada por la Divina Misericordia, -el amor fiel que sale a nuestro encuentro, a pesar de todo, aunque no sepamos cómo llegar a Él, aunque pensemos que no lo merecemos o que no nos va a servir para nada, (a tal grado puede llegar la ingratitud y el desconocimiento)-, he hecho una peregrinación a Polonia organizada por la Diócesis de Albacete, a la que pertenezco. Hemos ido más de treinta, visitando durante ocho días los principales centros religiosos y turísticos de ese gran país, tras las huellas de Santa Faustina Kowalska, mensajera de la Divina Misericordia,  y del Papa San Juan Pablo II. Un viaje inolvidable, por lo mucho que hemos conocido, convivido y compartido, entre nosotros principalmente y también con los polacos que nos han acompañado. También hemos disfrutado de la comida típica de Polonia, como el zurek, una sopa muy aromática. Hanna, nuestra guía, nos dio la receta tal como ella la hace en su casa. Mientras nos la decía por el micrófono del autobús, yo iba tomando nota. Y la he hecho. No me ha salido igual, pero bueno, nos ha estado buena la sopa y me ha recordado a la de allí. Hay que tener en cuenta que los modos de cocinar son diferentes y además, algún ingrediente me ha debido de faltar, como los embutidos ahumados y la harina de centeno, en lugar de la de trigo, y probablemente un mayor tiempo de fermentación de la masa madre (harina y agua con mejorana y laurel), que esto creo que es una aportación interesantísima para la cocina. De hecho, me pareció entender de la explicación de Hanna que los polacos utilizan esta misma masa para la elaboración de más comidas, no sólo la sopa.

El encuentro con el amor fiel. Aquí EMPIEZA TODO
Antes de dar la receta de mi zurek, voy a hablar sobre el amor fiel que me impulsa y me llena la vida de alegría y esperanza: la Divina Misericordia, Jesús, en Quien confío. La Divina Misericordia es mucho más que una devoción piadosa que tiene su origen en Polonia y desde allí se está extendiendo al mundo desde poco antes de mediados del siglo XX, por la misión que Jesús encomendó a Sor Faustina Kowalska. Es también una devoción muy agradable a Dios por cuanto recurrimos a Él con confianza en su mayor atributo: Su Ser Misericordioso, ofreciéndole el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de su Amadísimo Hijo, como expiación de nuestros pecados y los del mundo entero, y nos muestra el camino para ser misericordiosos y la práctica del amor activo al prójimo, con lo que a su vez alcanzamos misericordia para nosotros mismos.
La Divina Misericordia es el mensaje que el hombre de hoy necesita, especialmente los más heridos y vacíos de sentido al vivir como si Dios no existiera. Este mensaje es que puedes confiar -y necesitas confiar-, en el amor fiel  que sale a tu encuentro, a pesar de todo, de tantas caídas, incomprensiones, desilusiones, aunque todo parezca perdido,  porque Dios está siempre dispuesto a acogerte en su infinita bondad y misericordia, y obtendrás misericordia y, con ello, tu restablecimiento como un hombre nuevo.
En la imagen de arriba, Jesús Misericordioso (Divina Misericordia) del Apostolado de la Divina Misericordia de Albacete (España), en la Capilla de la Adoración Eucarística y de la Divina Misericordia (C/ Octavio Cuartero, nº 5. Albacete).
Jesús sale a tu encuentro. Mírale y déjate mirar y amar por Él. Viene caminando hacia ti, desde un fondo oscuro, que son las tinieblas, la oscuridad en la que estás. Abajo a sus pies, una sencilla y poderosa oración: Jesús, confío en Ti, para empezar a entablar una relación de intimidad y amistad, de tú a Tú, entregándole tu confianza, sabiéndote amado por Él y que su amor nunca te va a faltar ni te va a fallar.
Algo muy importante que conviene no olvidar es que con la mirada puesta en Jesús y entregándole a Él nuestra confianza, EMPIEZA TODO. Es decir, no basta con ir a Él una vez a ver qué pasa, a ver qué siento... No. Hay que permanecer fieles al amor fiel, como en cualquier relación de amistad, día a día, instante a instante, cultivándola, enriqueciéndola. El amor se experimenta, el amor se vive, se vive por el amor, vivimos en el amor. Y el amor va creciendo. Es dejarse mirar y amar por Él, y escucharle en el silencio del corazón. Y otra cosa también muy importante: la fe no se puede vivir en solitario, crece en comunidad, en la Iglesia. Un cristiano solo no es un cristiano, no va a ninguna parte.

En esta foto, los que fuimos a la peregrinación, en el Santuario de la Divina Misericordia en Lagiewniki, con la Hermana Gaudia, que habla español, y nos recibió con la Hermana Sara. Sor Gaudia nos dijo estas palabras: Tenemos la misión de convencer de la Misericordia de Dios. Necesitamos dar este tesmonio al mundo entero: que somos hijos de Dios y todo lo que Dios nos ama. Dios es muy bueno, podemos confiarle a Él toda nuestra vida, completamente; problemas tan grandes que tenemos, confiárselos. El mal nos lo pone muy difícil, hace todo lo posible para que esta obra no prospere, pero tenemos que convencer de la bondad de Dios.


Receta de Zurek, Sopa de Polonia

Así nos sirvieron esta sopa, en cacitos individuales en un soporte con una vela para mantenerla caliente, en el Restaurante Farina en Cracovia. En la foto de abajo, la sopa que yo he preparado siguiendo la receta.
Ingredientes:
- Para la Masa madre: 2 cucharadas de harina de trigo; agua caliente (300 ml); 2 dientes de ajo; una cucharada y media de mejorana, 2 hojas de laurel, una pizca de pimienta negra.
- Para el caldo de verduras: 2 calabacines, 2 zanahorias, 1 cebolla grande, 1 puerro, 2 pimientos verdes y 2 tomates, troceado todo y hervido en litro y medio de agua. Después, yo he pasado el caldo por el colador, exprimiendo al máximo el jugo de las verduras y retirándolas.
- 2 huevos duros.
- 250 gr. de tacos de jamón serrano.
- Sal.

Elaboración:
Para la Masa madre: Disolver la harina en 100 ml de agua. Añadir el agua restante y hervir, con el laurel, los dientes de ajo y la pimienta. Dejamos hervir unos quince minutos. Apartamos del fuego y agregamos la mejorana. Dejamos reposar diez minutos. Colamos este preparado, para retirar las hojas de laurel,  los ajos y la mejorana. Y así obtenemos la masa, que dejaremos reposar en una fuente, tapada cuando ya haya perdido el calor, a temperatura ambiente si no hace mucho calor, o en el frigorífico, durante tres días.
Para hacer la sopa, agregamos a la masa madre el caldo de verduras, y lo ponemos a cocer mezclándolo todo durante unos 20 minutos, con el jamón desde el principio, y diez minutos antes de terminar, añadimos los huevos duros troceados. Vamos probando para poner sal al gusto.

Zurek, en mi casa.
He encontrado la siguiente receta polaca de Zurek, Sopa de harina de centeno, más tradicional y con más ingredientes. La sopa está mejor a medida que pasan los días, por lo que mejor hacer cantidad.