domingo, 31 de diciembre de 2017

Hay esperanza y brilla la luz para los que se hacen como niños. Receta de Repámpanos extremeños. Feliz y próspero Año Nuevo de la mano de Jesús Misericordioso

María, Madre de la Misericordia, con los brazos abiertos a sus hijos, en el Santuario de la Divina Misericordia, Lagiewniki, Cracovia (Polonia)
 

Es tan necesario hacerse como niños... y  muy urgente. Grande e importante me hago a mí mismo: yo lo sé todo, y si no todo, yo sé lo que necesito para vivir y lo que tengo que hacer.
Hasta de Dios mismo,-bendito y santificado sea Su Nombre- cuántos tienen hecha la idea de que... ¡no lo necesito! ¿Para qué me hace falta Dios, si es que existe?
Esta "omnipotencia" personal, predominante en el mundo, no conoce el amor de Dios y está destinada al fracaso más estrepitoso y al rechinar de dientes, pues llegado el momento, empezará a desbaratarse al no encontrar respuesta a las preguntas: ¿Por qué tanta agitación?, ¿Para qué me fatigo tanto?, ¿Qué sentido tiene todo esto?
"El hombre puede construir un mundo sin Dios, pero este mundo acabará por volverse contra el hombre", declaró el Papa San Juan Pablo II y ahí tenemos las pruebas, en nuestra misma historia: Cuántos crímenes contra la humanidad, grandísimas atrocidades, padecimientos, crueldades.
Es tan necesario y urgente hacerse como niños... porque los niños no son omnipotentes: confían en el amor, no dudan de la bondad de quienes saben que les quieren. Por encima de todo se saben queridos y viven en este amor, y se dejan hacer por este amor. Sólo el amor es omnipotente. Sólo el amor, que es donación al otro para su realización, lo puede todo.
 
Dios es Amor y Misericordia y su Hijo es la Divina Misericordia encarnada... ¡en cada uno!: se donó por entero y continúa donándose. ¡Tiene tanta añoranza por nosotros este Dios Padre y Señor de todo lo creado, de lo visible y lo invisible, todo bondad y ternura con sus hijos!

Entrégame tu miseria
"Para Jesús no existen las situaciones sin salida. Él puede sanar a cualquier hombre. No hay enfermedad que Él no pueda curar. No hay miseria que Lo pueda ahuyentar. Jesús puede sanar todas las heridas que le hayan causado otros a una persona, o que ella se causó a sí misma. Jesús libera de cualquier esclavitud, tanto exterior como interior. Rompe toda cadena. Ilumina cada oscuridad. Con su Sangre limpia al hombre de cualquier pecado, que destruye y conlleva la muerte. Hace renacer la vida, concede la paz y el perdón si acudimos a Él con fe y con confianza". Esta descripción de Jesús Misericordioso que me gusta tanto, es de un artículo de Małgorzata Radomska, publicado en la Revista Amaos.
 
"Mi misericordia es más grande que tu miseria y la del mundo entero. ¿Quién ha medido mi bondad? Jamás rechazaré un corazón arrepentido, tu miseria se ha hundido en el abismo de mi misericordia. Dame todas tus penas y toda tu miseria y yo te colmaré de los tesoros de mis gracias" (nº 1485, del Diario de Santa Faustina Kowalska, Mensajera de la Divina Misericordia).

Hay esperanza y brilla la luz para los que se hacen como niños: para los que necesitan y quieren volver a confiar en el Amor.

Mi Inmaculado Corazón será tu refugio y el camino que te conducirá a Dios
Para hacerse como niños hay que ir desarmando esa omnipotencia personal. La Virgen María, Madre de Dios y Madre Nuestra, Madre de Misericordia, nos dice: Mi Inmaculado Corazón será tu refugio y el camino que te conducirá a Dios.
Acercarse a María como un niño se acerca a su Madre, en silencio, sin pensar, no hacen falta palabras. Éste es camino seguro para volver a Dios. Ésta es la receta. Ella lo comprende todo, lo sufre todo y lo espera todo de sus hijos.

Jesús Misericordioso -la Divina Misericordia- con los rayos de Sangre y Agua.
Y refugiados cálidamente en su Inmaculado Corazón, Jesús nos tomará de la mano, nos conducirá con lazos de amor; nos hará prósperos y tendremos prosperidad.
El Papa San Juan Pablo II, que consagró al mundo a la Divina Misericordia, nos pidió al inicio de su Pontificado: "No temáis! ¡Abrid, más todavía, abrid de par en par las puertas a Cristo! Abrid a su potestad salvadora los confines de los Estados, los sistemas económicos y los políticos, los extensos campos de la cultura, de la civilización y del desarrollo. ¡No tengáis miedo! Cristo conoce "lo que hay dentro del hombre". ¡Sólo Él lo conoce!"
Y con Santa Faustina Kowalska, hago mía también la cita nº 793 de su Diario: "Vivo estos momentos con la Santísima Virgen. Con inmensa añoranza espero la venida del Señor. Mis deseos son grandes. Deseo que todos los pueblos conozcan al Señor, deseo preparar a todas las naciones para recibir al Verbo Encarnado. Oh Jesús, haz que la fuente de Tu misericordia brote con mayor abundancia, porque la humanidad está muy enferma y por eso más que nunca necesita Tu compasión. Tú eres un mar ilimitado de misericordia para nosotros, pecadores y cuanto mayor es nuestra miseria, tanto más grande es el derecho que tenemos a Tu misericordia. Tú eres la fuente que hace feliz a cada criatura por medio de Tu misericordia infinita".

 
Finalmente, aquí está la receta de Repámpanos extremeños, que me ha enseñado mi amigo Antonio Ruiz Fernández, de Orellana, Costa Dulce de Extremadura:


Repámpanos extremeños            


Ingredientes: Verduras frescas (150 gr. de hojas de espinacas, de acelgas, col... yo las preparo con espinacas). 4 cucharadas de harina, 3 huevos, un poco de leche (unos 100 ml.), sal y aceite de girasol o de oliva suave.

Elaboración: Picoteamos con la punta de la tijera hacia abajo las verduras, puestas en un bol o ensaladera. Y hacemos una masa de consistencia no muy líquida, añadiendo, por este orden: la harina y removemos; los huevos batidos, y la leche en la cantidad que veamos suficiente. Y la sal, al gusto.
Ponemos a calentar el aceite a fuego medio, y vamos echando cucharadas de la masa, formando tortitas fritas, al estilo de los buñuelos (el aceite, en cantidad para que "bailen" las tortitas mientras las estamos friendo). Están muy buenas.

domingo, 27 de agosto de 2017

La Divina Misericordia, la Gran Devoción para que Cristo reine en el corazón. I Peregrinación del Apostolado de la Divina Misericordia de España a Polonia. Receta de Salsa Pesto

La Divina Misericordia no es una devoción más: es la Gran Devoción para que Cristo reine en el corazón. Imprime esta imagen en el corazón y reza con estas palabras: Jesús, confío en Ti.

Hoy celebramos el aniversario del Bautismo de Elena Kowalska, la mensajera de la Divina Misericordia para el mundo entero. Hemos estado hace unos días en su casa, también en su parroquia y en su Convento de la Congregación de las Hermanas de la Madre de Dios de la Misericordia, hoy Santuario Internacional de la Divina Misericordia, y soplaba el viento fuerte del Espíritu Santo: nos hemos llenado de este Amor tan grande que no cabe en el pecho y que impulsa con la alegría del corazón a hablar, a hacer, a escribir...

Ha sido la I Peregrinación Nacional a Polonia, promovida por el Apostolado de la Divina Misericordia de España, del 2 al 10 de agosto de 2017. Guiados por la Divina Misericordia, tras las huellas de Santa Faustina Kowalska y San Juan Pablo II.

Además de contar sobre esta peregrinación, daré, más abajo, como es costumbre en mi blog, una receta de comida. Esta vez, la Salsa Pesto, de origen italiano, que nos ha estado acompañando a la mesa en los restaurantes de nuestra peregrinación, como aliño buenísimo en ensaladas, carnes y sopas. Un sacerdote de nuestro grupo, Felipe, me dio la receta. Es muy sencillo de preparar.



Con nuestros sacerdotes en la Parroquia de Swinice Warckie, donde fue bautizada Elena Kowalska -Santa María Faustina Kowalska-, mensajera de la Divina Misericordia-, tal día como hoy, 27 de agosto, de 1905.
En la Santa Misa de esta Parroquia donde fue bautizada Elena Kowalska -Santa María Faustina Kowalska-, escuchamos que la Divina Misericordia no es una devoción más: es la Gran Devoción para que Cristo reine en nuestro corazón, y preparar al mundo para su segunda venida.


El Señor nos ha traído aquí para que irradiemos a los demás su misericordia e imprimamos su imagen misericordiosa en el corazón. Sólo en las almas humildes puede trabajar. Imprime esta imagen en el corazón y reza con estas palabras: Jesús, confío en Ti. "Solamente el alma humilde es capaz de vivir Mi gracia. Concedo Mi confianza a las almas humildes" (Diario de Santa Faustina Kowalska, 1220).


Nuestra Madre es la Reina del Cielo y la Tierra. Santa María es la Reina de Polonia. Ella nos recibe con todos los honores, en su Santuario en Jasna Góra, en Czestochowa y nos pide: Haced todo lo que mi Hijo os diga (J 2,5).
Visitamos muchos Santos lugares, en Polonia hay tantos... las familias enteras, padres, hijos, abuelos, rezando, de rodillas... los confesionarios llenos, confesiones una tras otra...

Ante Dios estás, no tengas la mente dispersa. Si el corazón no es el que ora, la lengua trabaja en vano.
Orar con el corazón, con la mente quieta en la oración, con la certeza de que estás ante Dios. Si no, no conseguimos nada.
Este mensaje está en el Santuario Kalwaria Zebrzydowska, donde Karol Wojtyla iba de niño a rezar a su Madre y entregarse a ella, y después como Papa Juan Pablo II. Tiene una historia preciosa San Juan Pablo II en este Santo lugar.



En el Santuario de la Divina Misericordia, en Lagiewniki, tuvimos tiempo de oración personal, confesiones y celebramos la Santa Misa. Una hermana de Santa Faustina Kowalska nos habló sobre la Divina Misericordia.

Allí escuchamos que la Divina Misericordia es el mensaje del gran amor de Dios, que toca y cambia todo. Jesús le dijo a Santa Faustina: tienes que preparar al mundo para mi última venida.

El Mensaje de la Divina Misericordia que nos entregaron las Hermanas, contenido en el Diario de Santa Faustina Kowalska, es este: La gente ya no sabe que les quiero. Háblales de mi gran amor. 

Las cinco claves de esta devoción a la Divina Misericordia, que abren el corazón a Dios, son: La veneración de la imagen de Jesús Misericordioso (la Divina Misericordia); el rezo de la Coronilla a la Divina Misericordia -una oración muy agradable a Dios, por cuanto le ofrecemos el Cuerpo y  la Sangre, el Alma y la Divinidad de su amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero-; la Hora de la Misericordia; celebrar la Fiesta de la Misericordia (el primer domingo después de Pascua); y la propagación de la devoción a la Divina Misericordia.

El Diario de Santa Faustina Kowalska nos habla al corazón del gran amor de Dios. Jesús le pidió que lo escribiera en un diario, para que conociésemos hasta qué grado de intimidad podemos tener con él y cómo desea él esta relación.


Ama como Yo

Jesús también encargó a Santa Faustina pintar el cuadro de Jesús, con los rayos de Sangre y Agua brotando de su Corazón, de la herida abierta en su costado por la lanza. La oración: Jesús, confío en Ti, es la respuesta a este amor inmenso, imitando también este amor: Ama como Yo, con tu comportamieno, tus palabras, obras, e implora la misericordia para los pecadores y para el mundo entero.
Sólo cuando abrimos nuestro corazón a Dios él hace grandes cosas. Confiar en él es no tener miedo, de nada. Con Jesús sí que podemos amar. La fuerza la recibimos en la oración y en los Sacramentos.
Otro sacerdote que nos acompañaba, Diego, nos comentó que ha leído que 365 veces se dice en las Sagradas Escrituras: no tengáis miedo. Podemos concluir entonces, que es para que lo recordemos cada día: no tengas miedo y confía en la misericordia de Dios.
Nos preguntó la hermana de Santa Faustina sobre qué es lo que distingue de manera fundamental esta imagen de Jesús misericordioso -la Divina Misericordia-, con respecto a las demás imágenes de Jesús conocidas, hasta que fue pintada ésta de la Divina Misericordia. No sólo son los rayos de Sangre y Agua que brotan del Corazón Misericordioso -como yo pensaba-, sino también que esta imagen es la Misericordia misma.


Mi experiencia sobre la Divina Misericordia

Tan sólo es necesario un acto de fe: mirar esta imagen con los ojos del corazón, y decir: Jesús, confío en Ti.  Dios sabe crear siempre cosas nuevas y sorprendentes en nuestra vida y en la historia, se apresura en socorrernos y nada le agrada más que le confiemos todo, cualquier problema de la vida y veremos con asombro el poder de su amor misericordioso. Él es bueno, todo ternura y amor, no deja de atraernos a Él con sus brazos siempre abiertos. 

Fiarse, apoyarse en Dios y vivir con este fiat, este sí a Dios, es lo más importante y lo más grande que uno puede hacer, y lo más pragmático también, porque por fin dejaremos obrar a Jesús mismo en nuestras cosas de cada día. Dejar obrar a Jesús, al Amor encarnado, que permanece crucificado en cada uno en nuestras tinieblas y padecimientos, hasta que no le miremos a él emergiendo de la oscuridad del corazón sufriente, como en el cuadro.


Sí, es lo más pragmático. Nada de lo mío le es desconocido. Porque hay una fuerza a la que Jesús no puede resistirse, que es la fe. La confianza en su bondad. Él percibe esa fe como un regalo personal del Padre y su  generosidad no tendrá límites, tal es el amor misericordioso, un dar y recibir continuo, no es un acto unilateral.

Receta de Salsa Pesto
Ingredientes                                                                        

- Aceite de oliva.
- Albahaca (en hojas frescas, mucho mejor).
- Piñones.
- Queso parmesano.                                         
- Medio diente de ajo (opcional).

Elaboración
En 150 ml. de aceite de oliva, vamos añadiendo el resto de ingredientes. Yo tomo como medida para el resto de ingredientes (la albahaca, los piñones y el parmesano), la cantidad que puedo tomar con una mano. Y trituramos todo, haciendo así la salsa.



Varsovia.

No temáis, abrid las puertas a Cristo, de par en par -San Juan Pablo II-

lunes, 17 de abril de 2017

Receta de pencas de acelgas rebozadas, en homenaje a mi tío Manuel Martín Sanz, labrador


Esta receta la escribo en homenaje a mi tío Manuel Martín Sanz, hermano de mi madre Juana. Es labrador, de Orellana la Vieja (Badajoz), y siempre que voy allí, me vengo cargada de lo que tiene en ese momento de lo que da la tierra que él trabaja: garbanzos, melones, sandías, espinacas, acelgas, lechugas, aceitunas, huevos de las gallinas del huerto...

Y bien que me viene para aquí, para ir preparando las comidas, pero además, es que no sólo es lo que me da, que es muchísimo, sino lo que disfruta él dándomelo, mientras me explica como tengo que conservarlo: que no le de el sol, comeros esto primero, esto arréglalo así...

Él está muy agradecido a la tierra. Su vida es la tierra y su familia. Es un hombre del campo, muy trabajador.

Esta vez, mi tío me ha dado varios ramos de acelgas, lechugas y dos botes grandes de aceitunas machacadas -machás-, guisadas -allí se dice así, en vez de aliñadas-, por él.

Con las acelgas, corto las hojas para prepararlas hervidas con patatas y aceite, y los tallos blancos que quedan al quitar el verde, que son las pencas, los frío rebozados en huevo y harina.

La receta de las pencas rebozadas es bien sencilla:
Se lavan bien las pencas y se cortan en trozos más o menos iguales. En agua que las cubra, se hierven durante unos seis minutos, con sal y un poco de aceite de girasol. No han de hervir mucho para que no nos queden blandas. Mejor, ir pinchando con un tenedor para apreciar si ya han perdido la dureza. Se apartan del fuego y para quitarles el calor y que sigan cociéndose, se ponen en un escurridor y que les vaya cayendo agua fría.

Las secamos un poco con papel de cocina y les ponemos perejil y ajo picados.

En un plato, batimos un huevo o dos, según la cantidad de pencas que tengamos. En otro plato, harina.

Y ponemos al fuego la sartén con abundante aceite. Mientras el aceite se va calentando, vamos rebozando las pencas, pasándolas por el huevo y después por la harina, y las vamos friendo.

La harina frita les da a las pencas un crujiente muy bueno y el sabor... sorprende. Están muy buenas, y las disfrutamos más sabiendo que son de mi tío.

Mi madre Juana las preparaba también rebozadas, riquísimas, y las servía en salsa que preparaba con el agua de la cocción, y a base de un sofrito de ajo, perejil y tomate, y harina para espesar la salsa y que también pasaba por el sofrito.

sábado, 4 de febrero de 2017

Flow Cooking, Centro de Ocio Gastronómico y Escuela de Cocina. Para aprender, saborear y disfrutar, desde la cocina básica hasta la alta cocina


En Albacete tenemos a mesa puesta Flow Cooking, Centro de Ocio Gastronómico y Escuela de Cocina, con una interesante variedad de servicios para aprender, saborear y disfrutar, desde la cocina básica hasta la alta cocina.

Y en este amplísimo campo de la gastronomía -y de la repostería también, junto al buen beber, de vinos y de otros caldos reparadores del cuerpo y espíritu-, Flow Cooking pone al alcance de nuestra mano lo mejor de la cocina autóctona y tradicional, no sólo de España, sino también de todo el mundo.

Todo esto, a través de cursos, talleres, organización de eventos -familiares, de empresas, cumpleaños, inauguraciones diversas con servicio de catering-, que se van anunciando en www.flowcooking.com y preparándose al amor de la cocina en la Calle Calderón de la Barca, nº 23 de Albacete.

El corazón que mueve e impulsa este Centro de Ocio Gastronómico es el de Mamen Juan, mujer apasionada por el arte de la buena cocina, que como todo arte, necesita expandir y comunicar su creatividad.

Mamen Juan, Premio "Entre Nosotras 2016",
de la Asociación de Mujeres Empresarias de Albacete,
que recibió en la categoría de Empresa Agroalimentaria, por Flow Cooking


La cocina es arte: es entrega, dar lo mejor de uno mismo aprovechando los recursos que se tienen, para bien, desarrollo y disfrute de los demás, y Mamen Juan es buen exponente de esta verdad y... está creando escuela. Le viene desde su niñez: aprendió a cocinar en casa con los guisos de su abuela, y andando el tiempo y la experiencia empezó a mostrarnos sus riquísimos platos en Las comidicas de Mamen, hasta llegar a poner en marcha este proyecto con futuro de Flow Cooking.

En Flow Cooking tiene también lugar destacado y propio la sobremesa de los comensales y una buena ambientación, en música y decoración acordes con la comida. En definitiva, se dan todos los ingredientes que hacen posible la buena cocina: preparar, cocinar con esmero, comer y saborear delicadamente la comida, y disfrutar sobre todo, de estar juntos, en familia o con los amigos, o haciendo nuevos amigos.

Ahora mismo, Flow Cooking está impartiendo cursos de cocina básica y mañana domingo ofrecerá un taller de cocina peruana, que ya está completo de asistentes.

Cabe destacar que cuenta con el apoyo de expertos profesionales en la cocina y con un obrador de pan, que a través de diversos talleres, muestra las diferentes clases de pan y todos sus beneficios.